Oraciones
REFLEXIÓN SOBRE PERSEVERANCIA
¡Sean alabados Jesús y María hoy y siempre!
Jesús nos dijo en el Evangelio que el premio es destinado no a quien empieza bien, ni a quien continúa en el camino del bien por algún tiempo, pero a quien persevera hasta el fin.
Por tanto, quien empezó, procure perseverar siempre mejor. Quien está prosiguiendo, procure llegar hasta el fin. E quien, desgraciadamente, no ha siquiera empezado, póngase en el camino correcto.
Esforcémonos todos en perseverar.
Yo sé que es una tarea bastante difícil. Todavía, con el ejemplo de los santos, con la ayuda de la Virgen Santísima, e la gracia de Dios, que está siempre pronta a quien la procura, nunca nos desamparará.
Por eso, revistámonos de constancia de paciencia e de perseverancia. Y entonces se confirmará en nosotros las palabras de Jesús: “¡Quien persevere hasta el fin, ése se salvará!”
Deseo a todos ustedes una buena noche, llena de gracias e de bendiciones.
Una bendición mucho especial no solamente a ustedes pero también a todos los que están en sus corazones; especialmente a sus familias e a las personas que ustedes quieren bien.
De manera especial, una bendición a los pobres, enfermos, e que sufren. Que el Señor les dé coraje e perseverancia.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Sean alabados Jesús y María hoy y siempre!
ORACIÓN AL SEÑOR POR INTERCESIÓN DE SAN PÍO DE PIETRELCINA
Oh Dios,
que a San Pío de Pietrelcina, sacerdote capuchino, le has concedido el insigne privilegio de participar, de modo admirable, de la pasión de tu Hijo, concédeme, por su intercesión, la gracia de.......
que ardientemente deseo, y otórgame, sobre todo, que yo me conforme a la muerte de Jesús para alcanzar después la gloria de la resurrección.
Gloria al Padre..... (3 veces)
Nulla osta
Manfredonia, 26 de febrero 2002
Vincenzo D’Addario - Arcebispo de Manfredonia – Vieste – Italia
ORACIÓN DEL PAPA JUAN PABLO II A SAN PIO DE PIETRELCINA
Enséñanos, te rogamos, la humildad de corazón para estar entre los pequeños del Evangelio a quienes el Padre prometió revelar los misterios de Su Reino.
Danos una mirada de fe capaz de reconocer inmediatamente en los pobres y en los que sufren el mismo rostro de Jesús.
Sostennos en la hora del combate y de la prueba y, si caemos, haznos experimentar la alegría del sacramento del perdón.
Transmítenos la tierna devoción hacia Maria, madre de Jesús y nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrenal hacia la Patria beata, a donde esperamos llegar también nosotros para contemplar por toda la eternidad la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amen
NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
I - Oh, Jesús mío, que dijiste: "En verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y hallareis, llamad y se os abrirán" - He aquí que, confiado en tu palabra divina, yo llamo, yo busco, y te pido la gracia... (mencione el favor que desea)
Padre Nuestro, Ave María, Gloria
Sagrado Corazón de Jesús en ti confío
II - Oh, Jesús mío, que dijiste: "En verdad os digo todo aquello que pediréis a mi Padre en mi nombre, El os lo concederá" - He aquí que, confiado en tu palabra divina, pido al Eterno Padre en Tu nombre, la gracia de... (mencione el favor que desea)
Padre Nuestro, Ave María, Gloria
Sagrado Corazón de Jesús en ti confío.
III - Oh, Jesús mío, que dijiste: "En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra, mas mis palabras no pasaran jamás" - He aquí que, confiado en la infalibilidad de tu palabra divina, te pido la gracia... (mencione el favor que desea)
Padre Nuestro, Ave María, Gloria
Sagrado Corazón de Jesús en Ti confío.
O Sagrado Corazón de Jesús, al cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros pobres pecadores y concédenos las gracias que te pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, tu y nuestra tierna Madre.
San José, padre putativo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
(NOTA: La presente oración al Sagrado Corazón de Jesús la recitaba diariamente Padre Pio de Pietrelcina por todos aquellos que solicitaban sus oraciones. Se invita pues, a los fieles a recitarla también diariamente confiando en la intercesión de San Pío de Pietrelcina).
ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LAS GRACIAS (venerada en la iglesia de los padres Capuchinos en San Giovanni Rotondo)
¡Oh celeste tesorera de todas las gracias, Madre de Dios y mía Madre, María! que es la hija primogénita de el Padre eterno y que tiene en tus manos Su omnipotencia, tenga piedad de mi alma y concédeme la gracia que fervorosamente suplico.
Avemaría.
¡Oh misericordiosa dispensadora de las gracias divinas, María Santísima, Madre del Hijo de Dios encarnado! que la coronó con Su inmensa sapiencia, considera la grandeza de mi sufrimiento e concédeme la gracia de que tanto necesito.
Avemaría.
¡Oh dulcísima dispensadora de las gracias divinas, Inmaculada esposa de el eterno Espírito Santo, María Santísima! que de Él recibió un corazón que se conmoved por piedad de las desventuras humanas e no puede resistir a consolar los que sufren, tenga piedad de mi alma y concédeme la gracia que espero con plena confianza en tu inmensa bondad.
Avemaría.
Si, si, mi Madre, tesorera de todas las gracias, refugio de los pobres pecadores, consoladora de los aflijos, esperanza de quien se desespera e auxilio poderosísimo de los cristianos, deposito en ti toda mi confianza y tengo certeza de que mi obtendrá de Jesús la gracia que tanto deseo, desde que sea para el bien de mi alma.
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia.